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El 40% de los pacientes con diabetes presenta sequedad bucal (xerostomía). La salud bucal no es solo una sonrisa, es el cimiento del bienestar, especialmente para quienes enfrentan el reto de la diabetes. Estadísticas de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), estimaron 20.8 millones de personas diagnosticadas con diabetes en 2007, con un incremento anual de 1.8 millones de casos
La diabetes, una de las enfermedades crónicas más desafiantes del mundo, afecta a cerca del 10% de la población global, según la Federación Internacional de Diabetes (IDF). En México, más de 12 millones de personas enfrentan esta condición diariamente. Aunque el enfoque principal suele centrarse en controlar los niveles de glucosa en sangre, hay un aspecto igual de crítico que permanece en las sombras: la salud bucal. Este vínculo, a menudo subestimado, puede marcar la diferencia entre una vida con complicaciones y una vida plena.
La conexión entre la diabetes y la salud bucal es una calle de doble sentido. Por un lado, las personas con diabetes tienen hasta tres veces más probabilidades de padecer gingivitis o periodontitis, según la Asociación Americana de Diabetes. Estas enfermedades no solo comprometen dientes y encías, sino que agravan el control de los niveles de glucosa, perpetuando un círculo vicioso inflamatorio que pone en riesgo la salud integral. Por otro lado, la hiperglucemia crónica alimenta el crecimiento bacteriano en la boca, desencadenando infecciones como la candidiasis y aumentando el riesgo de caries debido a la sequedad bucal (xerostomía), que afecta al 40% de los pacientes con diabetes.
En el pasado, los implantes dentales eran prácticamente impensables para estos pacientes debido al riesgo de fracaso y de infección. Sin embargo, estadísticas de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), estimaron 20.8 millones de personas diagnosticadas con diabetes en 2007, con un incremento anual de 1.8 millones de casos, Hoy se sabe que con un control adecuado de la enfermedad, los implantes son una opción viable y segura.
La Dra. Liliana Bueno, Cirujano Dentista especialista en implantes dentales y con una Maestría en Implantología. Señala que, «todo paciente con diabetes puede ser candidato a la colocación de implantes dentales, siempre y cuando cumpla con ciertas condiciones fundamentales para garantizar el éxito del tratamiento. Es esencial que sus niveles de azúcar estén completamente controlados, en seguimiento constante con su médico internista. Asimismo, la clave está en mantener una excelente higiene bucal, acompañada de visitas regulares al odontólogo para limpiezas profesionales y valoraciones cada seis meses».
«Cuando se trabaja en conjunto—paciente, médico internista y odontólogo—, logramos crear las condiciones óptimas para integrar los implantes con éxito, mejorando la calidad de vida y asegurando sonrisas saludables y funcionales. No ver a la diabetes como un límite, sino como un reto que exige elevar el compromiso médico y personalizar cada tratamiento».
Cuidar la salud bucal es una necesidad estratégica para quienes viven con esta condición. El cepillado tres veces al día, el uso de hilo dental y visitas regulares al dentista no son simples recomendaciones: son herramientas esenciales para controlar no solo la salud oral, sino también la estabilidad metabólica. Además, urge que las políticas de salud pública integren este conocimiento. Programas educativos y atención interdisciplinaria entre médicos y odontólogos pueden transformar la calidad de vida de millones. La salud bucal no es solo una sonrisa, es el cimiento del bienestar, especialmente para quienes enfrentan el reto de la diabetes.
Fuente Comunicae